A falta de diez minutos, Argentina ganaba por 10 pero los Springboks lo dieron vuelta para ganar 30-23. Tries de Orlando y Cordero.
En 10 minutos se escapó todo para Los Pumas. En Nelspruit, Sudáfrica y Argentina habían jugado un partido horrible. No por mal jugado, sino por estar plagado de errores. En parte, vale aclarar, acompañados por el clima de lluvia que provocó más de un resbalón o pérdida de balón.
Dentro de esa historia, después de un arranque con los locales presionando y llegando al try, Argentina con uno menos hilvanó una buena jugada de contraataque para que Matías Orlando apoyara, Nicolás Sanchez convirtiera y al descanso 13-10 arriba.
Mucho más chato el desarrollo de la segunda mitad. Con la presión del local que llegó al empate, Los Pumas se defendían bien, hasta que en una buena corrida de Montero, Sánchez usó bien el pie y Santiago Cordero anotó el try. Quedaban menos de 10 minutos y parecía que otra vez Argentina se llevaba una victoria de África.
Pero no pudo ser. Errores de manejo, falta de disciplina, los habituales protagonistas de Los Pumas en la alta competencia mundial y los Springboks no perdonaron. Primero con try y conversión, luego un penal para empatar el juego. Y cuando no quedaba nada una guapeada final llegó al ingoal argentino nuevamente y con un tercer try despojó a Los Pumas del empate. Sólo restó conformarse con el bonus defensivo en un juego donde ninguno jugó bien, Sudáfrica se animó a ganarlo y Argentina pagó caro sus errores y no supo cerrar con la ventaja del final.
Habrá revancha, el próximo sábado 27 en el Estadio Padre Martearena de Salta a las 16:40. No habrá que perdonar en casa si Argentina quiere sorprender en esta edición, más tomando en cuenta la tremenda paliza que Nueva Zelanda le propinó a Australia en Sidney, por 42 a 8.
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Foto: AFP